La apuesta

A principios del 2013 supe que llegaría mi amigo mormón y fue una extraña sensación. Confieso que antes de irse a Perú a hacer su misión fue a mi casa a despedirse, me dejó un correo nuevo que le dieron los mormones ya que debía despojarse de su antiguo yo, blablabla, no podía abrir su face ni msn (en ese entonces) ni nada de nada, solo el puto correo mormón. Está demás decir que le mandé más de un correo, al menos durante el primer año, pero me aburrí porque nunca contestó nada. 

Con los pacos terroristááh

Un día paseando por el centro de Concepción junto a mi pololo pasamos a una de las plazas que hay por ahí, llevábamos comida y cosas para pasar la tarde allí.  Llegamos al lugar de siempre, yo tenía un árbol favorito, se parecía al de la película Avatar, era muy la zorra, grande y voláás, así que ahí nos quedamos.